sábado, 28 de febrero de 2009

Chimbote en 1925...

De fisonomía típicamente pueblerina, salpicada de manzanas con viviendas de madera, techumbre de dos aguas o con moradas de esteras, en 1925 Chimbote congregaba a una población que no excedía a las dos mil almas. Era un pueblo eminentemente pescador. Su bahía – ambicionada por países extranjeros – lucía una playa que estaba exenta de impureza, amplia y contorneada con faz de herraje: maternal soportó el diario trajinar de los pobladores, que surcaban para extraer ejemplares marinos, con fines exclusivamente alimentarios.

Hace ocho décadas, sumaban 19 años que había dejado de ser villa, para constituirse en capital del distrito de Chimbote, desligándose de Santa. Su nueva jurisdicción, anexó a las haciendas de Tambo Real, Suchimán y Vinzos.

El plano que presentaba en 1925 era rectangular, formado por seis manzanas a doble fila, paralelamente al entonces jirón Francisco Bolognesi, desde la Plaza 28 de Julio hasta el principio de hoy. La numeración empezaba a la inversa, verbigracia, la Casa Comercial de Amon Hip, en Bolognesi, signado con el numero 31, se ubicaba en lo que tiempo más tarde sería la Librería-Bazar “El Bolígrafo” N° 548 y la adyacente N° 652.

Habían también viviendas de madera en la Estación del Ferrocarril, cuarta cuadra de Gálvez, y otras similares con frontispicio a la Plaza 28 de Julio, con veredas del mismo material a cincuenta centímetros de la superficie. La Gerencia del Ferrocarril Central, que la ejercía Alfredo C. Cox, se levantaba en las después oficinas de la C.P.S. (Bolognesi – Gálvez).

Habían también viviendas en la Plaza de Armas, pero sólo en las manzanas correspondientes a la AV. José Pardo, Elías Aguirre y Villavicencio. El resto era completamente desolado, inclusive la Plaza principal.

Hacia el Este emergieron lagunas; y el basural se hallaba por la Comisaría, después pasó al terreno que hoy corresponde al Colegio “Antonio Raymondi” y a la Casa del Maestro.

La zona de Huanchaquito, por la segunda y tercera cuadra del Malecón Grau, se caracterizó por sus rancherías, sobre una extensa área de arena limpia. En el interior de ese barrio, desfilaban la causa, el tiradito, el cebiche, el chilcano y la jalea, absorbidos con la chicha de veinte centavos la botella.

(Tomado del Libro Chimbote a través de la historia – Edición 1969)

(…) continuará…